Lo viví en primera persona. Estuve ingresada en un hospital por una situación bastante traumática y si tengo que describir a las personas que me atendieron, bien es verdad que no recuerdo ninguna cara, y no las recuerdo no por mi estado emocional, si no porque no estuvieron conmigo. Me da la sensación, que huían de entrar a mi habitación para no enfrentarse a los sentimientos que yo les generaba. No fueron capaces de acompañarme en aquel momento, no recuerdo ninguna palabra de ayuda, ningún contacto físico.
Marché como si nada.
Ahora se, qué palabras me hubieran apoyado, qué miradas y qué silencios habrían llenado de algún recuerdo positivo a aquella paciente de la 202.
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